Y fueron felices para siempre
Fin.
Y una mañana
(Cuando la miel de la luna se les había agotado)
Se sorprendieron con el rostro hinchado
Desgreñados
Y con mal aliento,
A la princesa le aparecieron estrías
Un par de llantas y celulitis
Ya no se interesaba tanto por
Lucir de corsé y peinado súper chic;
Olía a grasa de cocina
Y se desvivía por la novela de las dos de la tarde.
El príncipe fue perdiendo gallardía,
Por sobre su barriga crecida eructaba truenos a cualquier hora
Y liberaba flatos letales en el lecho matrimonial.
Qué decir de su obsesión por las chicas de veinte
Aunque le costaran casi el sueldo entero
Y las lágrimas de la que una vez fue la princesa….ahora por cariño Mija.
Los grandes autores nos mintieron.
20 agosto, 2007
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2 comentarios:
Mira , raticida sonriente ,me puedes enviar las postales aquellas?..las de las mujeres peligrosas?
Te adoro
nunca cojas huevo de lagartija con las manos .Chau
P.B
MIERCOLES, PEDRO DE MI ALLLLMA....NO FUERON PRECISAMENTE DE LAGARTIJA!!!!!JAJAJAJAJA
PA REIRSE PEDRO ES PA REIRSE!
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